Me encantan las sesiones de embarazo. Debéis estar ya cansados de escucharmelo decir (jeje), pero mi gran amor es hacerlas en casa.
¿Que podría tener un estudio con aire casero? ¡Si!
¿Que estaría mejor equipado y sería mucho más sencillo con luz artificial controlada? ¡Por supuesto!
Pero y ¿cómo será la experiencia en unos años mirando estas fotos y experimentando estos recuerdos?
Propongo una situación ficticia: tu hijo(a) con 4 añitos pregunta como estuviste embarazada. Como te sentías, que hacían en esta época, dónde vivían…
En ese momento, coges el album súper chulo (sí,sí, la mejor fotografía es la impresa en el papel!) de las fotos de embarazo y le enseñas.
¿Cuál será la mejor experiencia en tu opinión: mirar fotos en la casa en que vivíais o la decoración del estudio de la fotógrafa?
Además, pensemos que por motivos de trabajo, familia o cualquier otro, tuviste que cambiar de casa, de ciudad o de país.
Os lo digo por experiencia propia: tener fotos de mi casa en Brasil mientras mi hija era solo una bebita me llena el corazón.
Poder enseñarle nuestra casa, su primera habitación, la urbanización en la que vivíamos y donde dió sus primeros pasitos no tiene precio.
Aquí os dejo un ejemplo de como una sesión en casa puede ser bonita, elegante e intima, perfecta para recordar uno de los momento más bonitos de la vida de una familia.

¡Gracias Ana y Jordi por la confianza en mí para eternizar este momento tan bonito de vuestras vidas!

Si cres que esta puede ser una sesión de fotos para ti, no dudes en contactarme. ¡Clica aquí!

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